Cuando el clima cambia, las personas alérgicas somos los primeros en pronosticar el tiempo.
Empezamos con estornudos frecuentes, aumento en la producción de moco, vamos a comprar nuestros Kleenex favoritos y una que otra pastilla para quitarnos las molestias.
Los ojos lloran y la nariz pica, a veces carraspeamos la garganta o nos tallamos los oídos con muchas ganas hasta sacarnos una gran sonrisa.
Los que no sonríen y la pasan mal, empiezan con dificultad para respirar libremente, sienten oprimido el pecho, empieza la tos y pueden escuchar un silbato en el pecho. Van a las farmacias y les inyectan medicamentos fuertes y dañinos para callar sus síntomas, sin embargo, en la mayoría de los casos no reciben el tratamiento correcto y el alivio sólo es temporal.
Pensamos que somos alérgicos a los cambios de clima pero en realidad es lo que pasa en el ambiente con estos cambios. La temperatura y humedad se modifican, y con esto, cambia la liberación de polen de todas las plantas y los ácaros del polvo empiezan a reproducirse aceleradamente en nuestra casa, en la comodidad de nuestra cama, encima de nuestras mascotas, etc…
Si bien es cierto que podemos ser alérgicos a algunos hongos, la mayoría de las personas somos sensibles a esta excesiva producción de ácaros, liberación de pólenes e infestación de cucarachas.
Es importante saber específicamente a lo que somos alérgicos, para poder tomar las acciones necesarias, el tratamiento adecuado y poder disfrutar de los cambios de clima sin tener que predecirlos teniendo síntomas alérgicos, pasarla mucho mejor y superar nuestras alergias.
Un placer coincidir en este ambiente!
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